miércoles, 31 de agosto de 2011

UNA TORMENTA DE SETS

Dicen los meteorólogos –o los más creyentes- que esta es época de tormentas. En un plano local fines de agosto es sinónimo de Santa Rosa. En un plano internacional, fines de agosto es sinónimo de tornados. Y cuando hablamos de fines de agosto nos referimos a que el circuito llegó a su etapa de cancha rápida, o US Open Series.

El impacto que podía llegar a tener el avance de un tornado a Nueva York en este momento estaba calculado en un precio –tanto económico como deportivo- muy alto. Debido a esta nueva tormenta que atacaba el Oeste norteamericano el US Open, el torneo que más dinero reparte a nivel tenístico, debió suspender una de las actividades benéficas que realiza: el Artur Ashe Kids Day, evento donde se mezclan los y las mejores del torneo con distintos chicos de variadas edades.
Dos días después del paso de Irene -el nombre que recibió esta tormenta- (si la tormenta es en año impar, recibe nombre de mujer, en caso de ser año par sería de hombre), se llegó a la conclusión que el torneo empezaría en la fecha programada ya que las complicaciones que traería suspender las fechas, ya sea reprogramar los partidos y cumplir los horarios, no podrían ser cumplidas y se corrían serios riesgos de suspender el torneo.

Los organizadores del torneo están analizando como prevenir que el torneo sufra futuras suspensiones por tormentas. Resulta que esta época del año, para ese lugar del planeta, es bastante propensa a tormentas. El 30 de agosto de 1985, otro tornado impactó en La Gran Manzana, justo cuando estaba por jugarse la primera ronda del abierto estadounidense. Aquella vez, el daño alcanzó tal nivel que destruyó, entre otras cosas, todo el servicio de la instalación eléctrica del complejo, posponiendo el torneo un día más de lo agendado.

Por suerte en el 2011, Irene perdió la fuerza con la que se la estaba esperando y aunque Nueva York sufrió daños por miles de millones de dólares, solo llegó con la potencia de una fuerte tormenta tropical. Así y todo, varios de los tenistas del circuito masculino se hicieron un lugar para hacer mención a como estaban viviendo esta tormenta: Rafa Nadal dijo que estaba entrenándose con normalidad pero que no podía acercarse al complejo de Flushing Meadows. Por su parte el británico Andy Murray se quejó por tener que pasar dos días encerrado en el hotel hasta que pase la tormenta. “El Flaco” Juan Chela fue el que se lo tomó con más humor, y le pidió a Irene que se lleve a algunos Top10 para así el poder trepar en el ranking masculino.

Es con este panorama que inicia el último Grand Slam del año en el que Rafa Nadal intentará retener su título de campeón ante un gran Novak Djokovic que continúa con un año impecable, y donde jugadores como Federer, Murray y el propio Del Potro, intentarán arrebatarle la oportunidad de levantar nuevamente este trofeo, por el cual batallaran más de 120 tenistas en una gran tormenta de sets.


Pippin**

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