El millonario hacía su mejor partido y ganaba con goles de Cabral y Falcao. Pero en la segunda parte, dos errores en defensa le costaron la clasificación. El partido terminó 2-2, y River volvió a casa con las manos vacías.
River sabía que la hazaña era difícil. Tenía que ir a México, (tierra desfavorable para el conjunto de la banda en la que cosecha solo una victoria en ocho encuentros) a remontar un 1-2, y ante uno de los equipos mas grandes de ese país, las Chivas.
Al minuto de juego y tras un corner de la derecha, Cabral aprovechó una deliciosa asistencia de Buonanotte para esperanzar al conjunto dirigido por Diego Simeone, quien se jugaba el puesto. River daba la sorpresa ante la atónita mirada de todo el Jalisco. El equipo argentino no dejaba respirar a los rayados, tanto así que a los 20´ del primer tiempo, Falcao recibió la pelota sobre el costado derecho y con un lujoso quiebre de cintura se desprendió de dos jugadores que tenía encima y encaró al área para quedar mano a mano con Hernández, y así definir con un zurdazo al primer palo, sentenciando el 2-0.
La presión ejercida por River no dejaba jugar al equipo de Guadalajara quién parecía confundido y golpeado por un equipo que no jugaba así hacia tiempo. Los defensores iban al piso con una maestría indescriptible, el mediocampo aportaba mucho en defensa y más en ataque, y los delanteros, claramente lo mejor que tuvo River en todo el partido, se lucían ante sus marcas que nada podían hacer ante la altura de Abreu, y menos contra la fuerza del tigre colombiano. La única falencia era un Ojeda infiltrado, quien no logró confianza suficiente como para atenazar ningún centro que viniera por parte de los carneros sagrados. ¿River, aguantaría físicamente los noventa minutos? Al menos por el momento, no daba indicios de lo contrario.
El segundo tiempo empezaba y el conjunto argentino seguía jugando con el mismo ímpetu ganador que venía demostrando en el comienzo del partido. Una chance de Abreu malograda al palo, Falcao que en varias ocasiones enfrentó al arquero mexicano, agrandando su figura, y con centros y pelotazos de los defensores riverplatenses, que de una manera poco vistosa pero efectiva, lastimaban a una débil defensa mexicana.
Parecía el partido perfecto para River. Pero la inquietud empezaba a surgir cuando tantas ocasiones de gol eran desperdiciadas. El equipo de la banda no se conformaba con el 2-
Con el 2-1 el partido se definía en penales, y River no quería dejarlo al azar. En algunos jugadores ya se notaba le cansancio, pero Simeone prefirió reservar las sustituciones para mas tarde. Su equipo empezaba a perder por los costados, el lugar donde más fuerza había hecho en el primer tiempo, y donde más energía consumió.
Jugado en ataque, Chivas encontró en las piernas de Ahumada lo que terminaría en el empate. Después de un rechazo defensivo, la pelota se perdía por el costado izquierdo, pero el volante central de River, sobró la jugada y tiro un innecesario taco, regalándole la pelota y una contra letal al rival. Contra que De
El partido que estaba caliente en el primer tiempo, en el segundo hervía, y se le patinaba de las manos al árbitro uruguayo, quien nunca pudo ofrecer la parcialidad que demandaba este partido. Por eso, tras reiteradas quejas, insultos y protestas, los técnicos de ambos equipos fueron forzados a terminar de ver el partido en sus respectivos vestuarios.
River debía meter un gol más para salvar uno de sus peores años en su historia. Entraban Rosales, Archubi y Bou para cambiarle la cara a un River que se perdía en su propio juego, pero poco podían hacer mas que algún tiro de lejos de Archubi o algún centro perdido de Bou. El equipo que ahora estaba en manos de Nelson Vivas, atosigaba a su rival y a esta altura, no le dejaba lugar ni para alguna contra. Por eso en el cuarto minuto adicionado, River veía esperanzas en un corner. Tras el puente aéreo enviado por un impreciso Abelairas, Quiroga conectaba un defectuoso cabezazo que determinaba el final del encuentro.
River había perdido la clasificación de manera impresionante. Al igual que esa noche con San Lorenzo, no supo mantener la diferencia y le dieron vuelta el resultado. El domingo River enfrenta a Huracán. Simeone, ¿estará en el banco?
Abreu presionando desesperadamente al jugador mexicano
Pippin*
